Es un hecho histórico que muestra la proyección de una nueva Bolivia con equidad y justicia social en el marco de la revolución democrática y cultural que impulsa el gobierno del Presidente Evo Morales Ayma, quien inició su mandato el pasado 22 de enero de 2006 con la decisión de promover cambios cualitativos y sustanciales.

El camino ha sido largo y a veces tortuoso debido a que los grupos políticos de ultraderecha buscaron su fracaso, debido a que el éxito implicará un cambio de las estructuras institucionales del país.

Con esta renovada Constitución, se acabaron los tiempos en los que Bolivia era gobernada por minorías inmersas en grupos económicos y políticos que usufructuaron del poder en los gobiernos dictatoriales y en las democracias iniciadas en octubre de 1982.

Al acto de promulgación de la nueva Carta Magna en la ciudad de El Alto, se congregaron representantes de todos los sectores sociales para participar de una fiesta democrática que se constituye en un referente para las demás naciones. No en vano los ojos de la comunidad mundial están puestos en el proceso de boliviano.

Una vez promulgada, el éxito de la aplicación de la Carta Magna dependerá no sólo de los gobernantes y legisladores, sino de la organización del pueblo que debe constituirse en el principal vigilante del cumplimiento de los mandatos emitidos en las urnas.

Esta semana se iniciará el proceso de transición legislativa en el que el actual Congreso debe aprobar leyes transitorias hasta la instalación de la Asamblea Plurinacional. Una de las primeras leyes a ser aprobadas en un plazo no mayor a los 60 días es el nuevo Régimen Electoral que normarás las elecciones de Presidente y Vicepresidente de la República y de la Asamblea Legislativa Plurinacional a celebrarse el 6 de diciembre.

La nueva Constitución se ha originados hace varios años en las luchas del pueblo en las ciudades y en las áreas rurales en defensa de los derechos ciudadanos y por el establecimiento de una sociedad donde la exclusión deje de ser una constante sin respetar los verdaderos intereses nacionales.

La Marcha por tierra y territorio, por la soberanía de los pueblos, la guerra del agua, febrero negro y octubre negro en el año 2003 y otras muchas batallas dieron nacimiento a esta nueva Constitución que, como nunca sucedió antes, cuenta con el plano respaldo de los ciudadanos.

Revolución en democracia

Y algo más que destacar es que los cambios que se suscitan en Bolivia se producen en el marco de un proceso democrático de debate de ideas y no como en otros países en los que la búsqueda de soluciones a los problemas se ha dado con cruentas guerras civiles.

Por ello es que Bolivia está en la agenda mundial, no solamente de los medios de comunicación, sino de los políticos de diversos países que observan con interés la refundación nacional.

Adalid Cabrera Lemuz
La Epoca
10-02-09