Bolivia está viviendo con el gobierno de Evo Morales un proceso de profundos cambios, un hito importante en su histórica lucha  de más de 500 años por la soberanía, la autodeterminación popular, la libertad y la justicia social.

Estos cambios están sentando las bases para refundar un nuevo Estado, que reconozca y garantice los derechos culturales, políticos y sociales de los pueblos indígenas y de todos los ciudadanos y ciudadanas del campo y la ciudad, de oriente y occidente y que pueda asegurar para todos el “Vivir Bien”, según la expresión del presidente Morales. Porque es necesario acabar con la situación actual de un país rico en recursos naturales, donde gran parte de su pueblo (mayoritariamente indígena) es extremadamente pobre ya que ha sido históricamente excluido de los bienes, las decisiones y los beneficios sociales.

Este proceso de transformación cuenta con el apoyo e implicación efectiva de los sectores populares (movimientos obreros, campesinos, mineros, indígenas, cocaleros, estudiantiles, de mujeres, etc.) que respaldan las medidas gubernamentales con múltiples manifestaciones y concurriendo masivamente a las consultas democráticas planteadas. La prueba de este apoyo es que el referéndum del 10 de agosto pasado ratificó al presidente Morales con el 67,4% de los votos.

Sin embargo, se enfrenta a este proceso la oposición radical de la oligarquía ultraderechista y racista, que no ha dudado en conspirar a favor del separatismo y la desestabilización del legítimo orden constitucional, fomentando acciones violentas de grupos fascistas y paramilitares del oriente del país, que intentaron asesinar al presidente Morales y que a diario atacan a sindicalistas, comunidades indígenas, medios de comunicación alternativos y a personas comprometidas con el proyecto popular.

Esa oligarquía golpista cuenta con el total apoyo del gobierno de EEUU y de determinados sectores de la Unión Europea, que viendo peligrar sus intereses neocoloniales y los de sus empresas, recurren a crear  matrices de opinión contra el proceso boliviano.

Ante lo expuesto, diversas organizaciones sociales y políticas españolas y latinoamericanas hemos constituido colectivamente la Asamblea de apoyo a Evo Morales y al proceso constituyente en Bolivia, proponiéndonos los siguientes objetivos:

•    Impulsar y canalizar  la solidaridad con el pueblo de Bolivia, fomentando actividades de respaldo al proceso de transformación social dirigido por el Presidente Morales.
•    Combatir la manipulación informativa y la desinformación, difundiendo lo más ampliamente posible la realidad del proceso de cambios sociales en Bolivia.
•    Alertar y denunciar cualquier nuevo intento de desestabilización.
•    Dar información de nuestro trabajo a la población boliviana para que sepa que sus reivindicaciones históricas son defendidas y apoyadas en el exterior.
•    Unir al mayor número de colectivos y organizaciones posibles, en torno a la defensa del Proceso boliviano.